Lo Que Todos los Dueños de Negocios Pueden Aprender del Juicio por Acoso de Blake Lively
- Adela T. Iturregui
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura

El juicio entre Blake Lively y Justin Baldoni ha vuelto a poner el acoso sexual en el lugar que merece — y hasta las celebridades pueden verse afectadas. Pero esto no ocurre solo en Hollywood. Para ti, dueño de un negocio, entender cómo prevenir y manejar el acoso es esencial para proteger a tu equipo ¡y a tu empresa!
1. Reconociendo el acoso sexual
El acoso sexual no siempre es visible. Puede incluir contacto no deseado, comentarios inapropiados o abuso de poder. En este caso, hay desde escenas íntimas forzadas hasta invasiones constantes del espacio personal. Si no se actúa, esto escala.
Por qué importa: Un comentario indebido puede parecer inofensivo… hasta que se vuelve un patrón que contamina la cultura laboral.
2. El costo real del acoso
El acoso mina la moral, reduce la productividad y provoca la salida de empleados. Además, ignorarlo te expone a un riesgo legal—y ese riesgo puede ser mucho mayor que cualquier inversión en prevención.
3. La prevención empieza con políticas claras
Un manual del empleado sólido debe:
Definir claramente lo inaceptable
Explicar cómo reportar preocupaciones
Detallar las sanciones por mala conducta
Garantizar protección contra represalias
Estas no son solo reglas: son promesas de que tu negocio se preocupa.
4. Educación constante
La capacitación no es un trámite. Ofrece formación continua —refrescos, actualizaciones y formación especial para mandos. Que tu equipo sepa: si ven algo, actúan.
5. Acción rápida, justa y documentada
Cuando se reporta acoso, actúa de inmediato. En el caso de Lively, al parecer habló y no se actuó, o la respuesta fue demasiado lenta. Ahí es cuando los problemas pequeños se vuelven demandas. Así que:
Sigue tu protocolo de investigación
Documenta cada paso
Mantén confidencialidad
Busca ayuda externa cuando sea necesario (consultores de RRHH o asesoría legal)
Tu reacción marca el tono para toda la empresa.
6. Fomenta una cultura de respeto
Las políticas no bastan si los líderes no las viven. Ofrece revisiones periódicas, encuestas anónimas, programas de mentoría—todo lo necesario para mantenerte al tanto. Deja claro: el respeto no es opcional, es indispensable.
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